Uso terapeútico o desencadenante de psicosis
El cannabis cuenta con adeptos y detractores a partes iguales. Sus defensores lo ensalzan con la misma fuerza que sus enemigos tratan de alertar de sus inconvenientes. Incluso, a nivel legal se vislumbra una doble moral: está permitido su consumo en lugares privados, pero prohibido en espacios públicos; su cultivo para uso propio es lícito, pero se multa y se le incautan los cogollos y las chinas de hachís a un individuo que transite por la calle, por muy pequeña que sea la cantidad que lleva encima.